viernes, 19 de octubre de 2007

EL VESTUARISTA DE LOS FAMOSOS

NICOLÁS CUNEO

MODELO Y DUEÑO KEY BISCAYNE

INTRAVISTADO EN 2007

PUBLICADO EN REVISTA 7 DÍAS

Empezó con un amigo vendiendo shorts de baño por la calle y hoy es dueño de Key Biscayne, una de las marcas más caras y prestigiosas de ropa de hombre del país. Nicolás Cúneo es uno de los pocos argentinos que está contento con su trabajo y se puede dar el lujo de hacer las cosas que le gustan y lo inspiran: el deporte, la música, los viajes y la naturaleza. Asesora y viste a Charly García y a Adrián Suar.
-¿Cómo combina todas sus pasiones?
-Me dediqué hasta los 25 años al volley profesional. Ahora sigo haciendo deporte pero amateur. Quiero que la vida no sea un trabajo sino que trabajar sea un medio para vivir. Me gusta lo que hago pero me gustan otras cosas más, como el deporte, la familia y la música. No me siento un diseñador, no estudié diseño sino que hago lo que me gusta. En los momentos menos esperados, que yo llamo de no mente, se me ocurren cosas lindas para hacer. Lo que hago está relacionado con las vivencias y eso diferenció a la marca, hago lo que siento y no lo que el mercado dice que tengo que hacer.
-¿Es más que una forma de vestir?
Siento que Key Biscayne es un estilo de vida, que pasó de ser de una marca de ropa a una forma de vivir las cosas. Ahora estamos con un proyecto de armar viviendas de Key Biscayne, una empresa constructora de casas con el concepto de la marca. Por que la gente entra a este local y dice que quiere vivir acá, que su casa tenga este estilo.
-Viaja mucho en busca de inspiración. ¿Cómo plasma lo que aprende en el diseño?
-Me gusta viajar y aprender de culturas. También veo telas y compro. Pero por ejemplo yo veo que en Nueva York la moda se agarra de una cultura y yo prefiero ir a la esencia de las cosa. En Egipto ves como vive la gente, ves colores tremendos. Los colores mas lindos de mi vida los vi en Egipto, vi combinaciones, vi opuestos de cosas, viví en una tribu con beduinos. Es lindo, es aprender. A Tailandia fuimos a recorrer porque me interesó el budismo desde lo que leía y quise ir a conocer como era realmente. Lo que más me sorprendió fue el agradecimiento de la gente y lo contenta que está en donde está, haga lo que haga. Hay mucho respeto y mucha educación y esa es una de las cosas que más quiero reforzar. Primero conmigo para luego transmitirlo a los que trabajan con nosotros. Siento que desde adentro sale para afuera. Creo que Key Biscayne es eso, su concepto es de adentro hacia fuera. Ahora vengo de Cabo Polonio, que es un lugar que me vuelve loco, estuve unos días descansando con un grupo de amigos y amigas. El próximo viaje largo creo que va a ser a algún lugar con animales. Un safarí por la selva, algo así África tal vez.
-¿Cuál es el estereotipo de hombre y de vida que representa Key Biscayne?
-Nosotros tratamos de hacer lo que nos gusta. En la vida uno tiene deberes y obligaciones y cosas que no son tan lindas de hacer. Nosotros tratamos de que en la balanza del día haya más cosas que te gusten que las que debas hacer. No sé si es lo que quiero transmitir, pero es la idea con la que trato de vivir mi día a día. Yo percibo que el cliente de Key Biscayne, después de cumplir con su trabajo, hace cosas que le gustan. Lo siento cuando entra al local.
-¿Por qué cree que hoy en día es más normal que los hombres se preocupen por la ropa?
-Se relajó. Antes el que se ponía una remera rosa y el que lloraba era puto. Pero si no lloras no podes vivir y ponerse una remera rosa está buenísimo. Ahora el hombre se anima más, antes eran todos iguales, muy pocos cambiaban y la naturaleza nos dio la posibilidad de cambiar. La mujer se divierte vistiéndose y ahora el hombre también.
-¿Cómo es asesorar a alguien y en particular a alguien famoso?
- No es que yo veo algo distinto. Lo miro y siento que tal cosa le va quedar mejor, que lo va a estilizar. El objetivo se logra cuando esa persona se ve mejor. Ahí le entraste, cuando se siente y se ve mejor, no cuando vos lo ves mejor. Hay que ver la personalidad y saber captar que es lo que tiene adentro para transmitirlo en al ropa.
-¿Cómo conoció a Charly García?
-A él le gustaba mucho la ropa de Key Biscayne y cuando tenía shows nos llamaba para pedirnos cosas. Y llegó un momento que yo sentía que gran parte de la juventud estaba eligiendo un camino que para mi no daba, en el sentido de lastimarse, de divertirse desde un lugar que para mí no está bueno. Y pensé que estaba bueno mostrarle a la juventud a Charly bien, de blanco, impecable, tocando. Le transmití la idea y me dijo que no.
-¿Dio explicaciones?
-Dijo que él quería hacer otro tipo de fotos. La manera de la que se quería mostrar no era la que yo quería y le dije que no, que le agradecía mucho y que estaba emocionado de que me hubiera atendido. A la semana me llamo y me dijo: "Nico, ¿qué tengo que hacer?" Yo no entendía nada y él me decía: "Maestro que tengo que hacer". Yo le decía que no me cargara. Pero él me decía que era de verdad: le gustó que quisiera mostrarlo bien. Desde ahí tenemos una relación hermosa y lo asesoro en su imagen. Hoy lo ves vestido de traje, impecable. Tiene sus errores, como todos, pero yo siento que Charly quiere estar bien. Para mí es tremendo que me llame y me diga voy a tocar acá, que me pongo, y vestirlo de smoking con una de las remeras que diseñamos juntos para su cumpleaños de 55. O que venga a inaugurar este local tocando con Migue y que se amiguen acá porque yo lo fui a buscar para que se arreglen. Migue también se viste acá, es un divino.
-¿Cómo se acercó a Suar?
-Suar me llamó cuando salió Sin Codigo. Empezamos a laburar juntos. Y hoy él sale en los medios diciendo que somos una dupla, habla de mí de una forma que me emociona. Debe haber algo en mi que capaz que yo no me doy cuenta y los demás sí. Es un orgullo enorme.
-¿Cómo es el trabajo con él en el día a día?
-Nos juntamos una vez por mes, cada 20 días, comemos dos horitas acá y charlamos de la vida, de la ropa, de todo. Primero nos divertimos, la pasamos bien, y ahí le voy diciendo que le pondría, yo ya sé todo lo que tengo acá en el local, y qué es lo que le va a quedar bien. Yo no me lo imagino a Suar de traje y corbata, sería un muñeco de torta. Pero con un saco con onda sí. Él tiene que estar en un elegante distendido, por que él es así, un divino total, un relajado y a la vez una pila total.
-¿Hay algún famoso del exterior que represente la esencia de Key Biscayne?
-No. Ahora cuando estuvieron los de Aerosmith entraron todos al local y se compraron todo. Para mí fue bárbaro. Pero Key Biscayne somos nosotros, la identificación la siento con la naturaleza, no con alguien.
-¿Alguna vez pensó en diseñar para mujeres?
-Ropa de mujer hicimos un par de años, está bueno, pero lleva mucho tiempo. Y me gusta trabajar pero no quiero trabajar de 9 a 9. También me gusta dedicarme a mí, a las cosas que me gustan, a aprender. Ponerme a diseñar para mujer ahora sería mucho, no quiero ser un empresario ni ser más millonario del cementerio, quiero hacer cosas lindas y que me guste lo que hago. Va a venir más adelante porque me encanta ver a mujeres vestidas bien y porque la gente lo pide. Veo a una mujer vestida linda y me vuelvo loco.
-¿Cuál es la diferencia entre diseñar para hombres y para mujeres?
-La ropa de hombre la hago como para mí, como a mi me gustaría vestirme para tal situación, me pongo a mí en todas las situaciones. Y para una mujer me imagino como me gustaría verla vestida, como me gustaría que me seduzca en distintas ocasiones.
-¿Ayudaba a sus novias a vestirse?
-Se enojan. Nunca salí con una chica que me encantara como se viste, yo las hubiera vestido distinto, igual un poquito iban adaptando su estilo. También me gusta que cada uno tenga su etilo. Yo les decía desde mí, che esto te quedaría mejor, pero es raro que un pibe le diga a una mina como vestirse, entonces era con cuidado, porque las mujeres se enojan.
-¿Salió con alguien que se vistiera muy mal?
-Una vez salí con una chica que es la persona que peor vi vestirse en mi vida. Combinaba tan mal, no me gustaba nada. Era todo como muy combinado, recargado, pero igual me gustó ella. Y salí diez meses. Y la quise y no me frenó y es muy fuerte eso. Esta bueno que me haya pasado eso. Fue hace como 4 o 5 años. Ahora estoy solo, pero con ganas de.

No hay comentarios: