martes, 11 de septiembre de 2007

UNA DIOSA GRANDE

FANNY MANDELBAUM

PERIODISTA Y CONDUCTORA

INTRAVISTADA EN 2006


Baja del ascensor apurada y con varias bolsas en sus manos. Tiene una pollera, tacos no muy altos y un chaleco de lana cuadrillé. En su cara no hay ni un gramo de maquillaje. “Que sea rapidito”, pide mientras le hace señas a una mujer para que la espere. Así sale de la radio Fanny Mandelbaum, con sus ojos claros, su mirada intensa y esa pasión por su profesión que no puede ocultar al hablar.
Es psicóloga social, locutora recibida en el ISER y después de 35 años de carrera ya tiene cinco Martín Fierro en su haber. Empezó a ejercer el periodismo con más 30 primaveras, fue diseñadora de indumentaria y vivió un año en un kibutz en Israel, de donde volvió para casarse y formar una familia. A pesar de haber conducido junto a Karina Mazzoco y a Laura Oliva dos ciclos del programa televisivo Grandiosas, Fanny cree que “en la radio hay lugar para la imaginación” y que en la tele no. “Tiene una lógica: en la radio hay un micrófono frente a vos y los técnicos están del otro lado de un vidrio que es como una pecera. En cambio en la televisión está el que arregla las luces, el tiraclabes, el camera, el director que te habla por un aparatito que te meten en la oreja y se llama cucaracha, el productor que te hace señas… en vez de poder hablar con el entrevistado y realmente lograr un clima tenés que estar atenta a todo”, explica.

-¿Mira tele?
-Poco. Miro el programa de Silvestre y Bonelli, el de Nelson Castro, el de Santo Biasatti y CQC. También TVR que me fascina y es un resumen de todas las porquerías que pasan durante la semana. La verdad es que cambian tanto los horarios y los canales que me marea. Estos ya sé dónde y a qué hora están y ya me acomodé para verlos.
-¿Tiene algún proyecto para televisión?
-Sí, dos, pero no me dan bola porque tienen que ver con el respeto por la gente y no muestro ni culos ni tetas ni bailo por ningún sueño. Esto es terapia para gente sana y quiero que salga en un canal gratuito, que lo vea todo el país. En Canal 7 no lo aceptaron. Seguiré esperando.
A Fanny, el contacto con “la calle” le genera adrenalina. Fue su placer por hablar con la gente y la curiosidad de saber lo que pasa en todas partes lo que la incentivó a estudiar periodismo. Por eso es una apasionada de la cobertura de móviles: adora estar en contacto directo con los hechos, situarse en el medio del caos y vivir las experiencias en carne propia y sin filtros.
-Usted reivindica el trabajo del movilero y ocupó ese lugar en muchas oportunidades. Sin embargo, ¿no cree que hoy ese rol esta subestimado?
-El problema es que están tomando chicos que están estudiando, que no tienen conocimiento y no investigan porque no tienen tiempo. Entonces, van a hacer las notas con una serie de preguntas básicas y nada más. Como todo va a mil, ni bien entran a un canal los mandan a hacer notas, sin tiempo de saber de qué se trata lo que van a cubrir y sin la menor idea de qué van a preguntar. Todo esto tiene que ver con que los canales creen que ahorran contratando a tres movileros baratos en vez de uno bueno.
-¿Piensa que la fama le quitó algo de ese “contacto con la gente” que privilegia en su labor periodística?
-No, al contrario. Cuando la gente me ve por la calle, me para y me cuenta cosas para yo denuncie al aire y me preguntan porqué no investigo tal o cual caso. Yo les explico que, cuando uno no tiene un programa que te respalde para investigar un tema durante una semana, tranquila y en profundidad, sola no se puede. En el caso de Telenoche Investiga sí, porque se dan las condiciones, ya que llevan meses investigando un tema, viajan al lugar del hecho y luego materializan toda esa información en un programa. Eso me encanta, pero yo no estoy en condiciones.
Antes de ser periodista y locutora Fanny incursionó en el mundo de la moda y como diseñadora de indumentaria creo su propia marca: “Fanny Dress”.
-¿Cómo pueden relacionarse sus facetas de diseñadora de modas y de periodista?
-Es que todo tiene que ver con todo, mis dos facetas se complementan. Si vas a hacer ropa que realmente sea para todos, estás haciendo periodismo, porque el tema de la anorexia y la bulimia tienen que ver con la ropa. Cuando yo diseñaba y fabricaba prendas era un talle 42, y el día de hoy, que aumenté un poco, soy un 44 de mi ropa. Sin embargo, en un negocio tengo un talle 50, y yo estoy segura de que no lo soy. ¡Es todo un negocio! Ambas cosas tienen que ver con la salud, con la psicología, la moda. Y hasta tiene que ver con la discriminación, como que los pobres no pueden entrar a un determinado boliche porque no tienen las zapatillas de marca.
A Fanny se la ve coqueta, pero no sobreproducida. Admite que si bien le gusta combinar los colores que elige en sus prendas, detesta maquillarse, y prefiere “tener poca ropa y buena, que mucha de moda pero de mala calidad”. Pero la Fanny coqueta queda detrás de la Fanny justiciera social, la que denuncia por la radio y se juega por lo que cree. Le dicen la “llanera solitaria”, y con razón, porque ella se encarga de hablar de todo lo que considera injusto. Imposible olvidar su cobertura del caso de María Soledad Morales, en esas primeras marchas del silencio…
-¿A qué temas de la sociedad le gustaría que se les preste más atención?
-Me gustaría insistir con la despenalización del aborto y destapar el tema de la violencia contra la mujer, que acá está tapado. Si agarrás el diario podés ver todos los días un hombre mata a una mujer, y de eso no se habla. Es todo un tema de violencia familiar que luego hace que los hijos sean violentos.
Fanny es una mujer impulsiva, combativa y curiosa. Por eso no sólo trabajó en radio y televisión, sino que también incursionó en la pantalla grande: participó de la película Palermo Hollywood, escrita por Brian Maya, un joven director que es hijo de una íntima amiga suya. “Lo hice porque era él, lo conozco desde que nació”, dice Fanny aunque reconoce que le encantaría actuar, que es “una asignatura pendiente”. Con una mirada cómplice avisa que en cualquier momento va a empezar a estudiar y a buscar trabajo, porque cree que “como no hay muchas actrices grandes”, tal vez consiga algo. “En una de esas, en un tiempo los sorprendo”, remata Fanny para dejar algo de intriga.

EN POCAS PALABRAS


-¿Cuál es tu lugar preferido en el mundo?
-Argentina, Buenos Aires.
-¿Quién es tu ídolo?
-Paloma Efrón, Blacky.
-¿Quién es tu predilecto de la historia argentina?
-Alicia Moreau de Justo.
-Si tuvieras que perder un sentido, ¿cuál elegirías perder?
-El olfato, mi hijo lo perdió en un accidente y a veces tiene memoria olfativa.




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