sábado, 10 de noviembre de 2007

“LA POLÍTICA ES UNA OPCIÓN DE VIDA, MÁS ALLÁ DE LOS COSTOS Y LOS BENEFICIOS”



Pedro Guastavino estuvo detenido durante toda la última dictadura militar, hoy, a 30 años continúa pensando en la forma en la que lo hacía en esa época.


INTRAVISTADO EN 2006

Pedro Guillermo Guastavino es el vicegobernador de la provincia de Entre Ríos desde 2003, año en que acompañó a Jorge Busti en su candidatura como gobernador. Durante la última dictadura militar, Guastavino estuvo detenido durante seis años, prácticamente todo el transcurso del gobierno de facto.


En su casa de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, donde sólo vive los fines de semana cuando su trabajo en la gobernación se lo permite, es dos hombres a la vez. Por un lado, el jefe de familia que juega con sus perros, que son más de cuatro, y por el otro, el político, que no puede dejar un minuto el teléfono celular lejos, ya que suena todo el tiempo. Dicen los que lo conocen que jamás dejaría a una persona sin atender, siempre escucha lo que todos tienen para decirle.

Tomando mate y fumando, en pijama, comienza a relatar tranquilamente lo que fue su experiencia en la militancia política en la década del ’70, “Milité en la Juventud Peronista durante todo el ’73, el ’74 y en el ’75 se puso todo muy pesado y me tuve que ir de La Plata, y antes del golpe ya estaba en Santa Fe, obviamente con problemas de seguridad porque había persecuciones y debíamos cuidarnos muchísimo”.

Entre mates y llamados al celular sigue relatando sus vivencias “Yo trabajaba en un comedor y volvía tarde a la pensión donde vivía, una noche apareció de imprevisto un grupo de tareas, todos de civil, y nos llevaron detenidos, a mí, a mujer de ese momento y a otra pareja que vivía allí, nos trasladaron al centro clandestino de detención La Casita, naturalmente encapuchados y esposados. En La Casita estuve veinte días desaparecido, donde fui interrogado y torturado, luego me legalizaron y estuve en Coronda, Caseros, La Plata y Rawson, en agosto del ’82 me liberaron, después de la guerra de Malvinas”.

Cuando hace un silencio y fija la vista, da la sensación de que todo lo que ha vivido le vuelve a la mente de pronto, y empieza a contar lo que pasó con sus hermanos, “Mi hermano mayor estuvo detenido durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, luego lo liberaron y un mes antes del golpe lo volvieron a detener, hoy continúa desaparecido. Mi hermana menor vivía en La Plata y militaba en la Juventud Peronista, el 22 de diciembre de 1976 la mataron en la calle. Yo me enteré de esto recién en febrero del año siguiente, cuando mis padres pudieron comunicármelo por medio de un familiar de mi madre que era coronel del ejército en ese período”.

Llegado el momento de la entrevista en que se le pregunta por las causas que llevaron al golpe, se acomoda en la silla y cambia su actitud, “Todos sabíamos lo que iba a venir, había conciencia de que iba a haber un golpe militar y que iba a ser muy duro, muy cruel, pero creo que nunca nos hubiéramos podido imaginar semejante capacidad de daño, pienso que ha superado claramente cualquier tipo de imaginación”, y luego, afirma convencido “Yo no creo que la gente haya apoyado el golpe, me parece que creían que no tenían nada para defender, que no había razones para salvaguardar el gobierno de Isabel, no me parece que haya sido un apoyo y que por eso deba considerárselo un golpe cívico-militar, más allá de que haya habido fracciones que si lo sostuvieron, como empresarios, algunos sectores de la iglesia y hasta del periodismo mismo, que todavía hoy, a 30 años no lo reconocen, no han realizado la suficiente autocrítica, pero más allá de eso rescato la sociedad argentina que creo que hoy tiene bien en claro el Nunca Más”.

Cuando ya casi está terminando la nota y se le pregunta porque eligió continuar en la actividad política, da la impresión de que podría hablar durante horas sobre esta decisión “Es una opción de vida que uno tomó hace mucho tiempo, para uno la política siempre fue y es una de las actividades más nobles del ser humano, porque significa que hay que trabajar por el bien común, la política es servicio y es la única herramienta que tienen los pueblos para luchar contra situaciones de injusticia, no existe otra. Ya desde muy chico asumí esta cuestión así que lo voy a seguir haciendo, es el compromiso que tomé con el país, inclusive sin medir los costos ni los beneficios, ya que los costos que he pagado son mayúsculos en cuanto a los beneficios, lo que no me hace cambiar de opinión, es una opción de vida".

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